A veces lo que más deseas nunca se cumple,y a veces lo que
menos esperas que suceda ocurre.
Conoces a cientos de personas, algunas pasan de manera
efímera como aquellas huellas que dejamos en la arena de una playa y que el viento
se encarga de borrar sin dejar marca de que estuvo allí. Otras que son las que
yo califico como huellas de la experiencia, son de aquellas personas que
formaron parte de nuestra vida en alguna de nuestras etapas, y que de alguna
forma nos enseñaron algo para bien o
para mal. También nos encontramos con las huellas de la amistad, son las de
aquellos personas que por mucho tiempo que pase, por muchos kilómetros de
distancia que os separe o días sin veros sabes de sobra que siempre estarán ahí, alegrandose de tus victorias y levantándote de tus derrotas.
Y por último y no menos importante,sino todo lo
contrario,son las huellas inesperadas,las huellas casuales,que son las de esa persona que
conoces un día cualquiera y sin imaginarlo logra colarse en tu vida para
cambiartela por completo y cree lo que te digo,esas son las mejores huellas y
las que merece la pena que se queden marcadas.